lunes, 29 de abril de 2013

El coche del futuro se conducirá solo... por el bien de todos

El coche del futuro se conducirá solo... por el bien de todos


La idea del Audi RSQ no está tan lejana en el tiempo

Hay una escena muy premonitoria en la pelícua "Yo, Robot" protagonizada por mi tocayo, Will Smith, donde se muestra un mundo donde los coches se conducen solos, y sólo algunos "aventajados" o "locos" tienen la oportunidad casual de "conducir de manera manual", algo que nadie, en su sano juicio quiere o requiere.

Ese futuro, que en su momento parecía tan lejano, cada día está más cerca. Y aunque algunos queramos pensar que es cuestión de décadas que se implemente en la realidad cotidiana, la verdad es que al ritmo que se desarrolla la tecnología, podríamos tener coches que se conducen completamente solos en menos de 15 años como moneda común en nuestras carreteras.


La apuesta de Google por los coches que se conducen solos es enorme, y ya está dando sus frutos

Nos guste o no, un sistema de conducción automatizada bien perfeccionado es más seguro y fiable que un conductor "humano"
Obviamente, conducir seguirá siendo una actividad cotidiana para cierto tipo de traslados, y para aquellos que no puedan acceder a estos coches automatizados. Pero en pocos lustros o décadas más, cuando lo normal sea un coche completamente automatizado, lo más lógico es que acabe imponiéndose una ley que pueda acabar por prohibir la conducción "manual".

¿Por qué? Por una simple razón: un algoritmo bien programado resulta prácticamente perfecto, y si los coches autónomos cobran suficiente inteligencia, serán mucho más seguros en sí mismos que lo que podría ofrecer un ser humano conduciendo por sus propios medios.


En España también hay proyectos como el del CSIC de coches autónomos

Accidentes habrá, lo mismo que los hay en otros tantos medios de transporte automatizados, pero serán muy puntuales. Será tan raro tener un accidente con un coche como tenerlo con un avión, por lo que la fatalidad en las carreteras será cosa del pasado, y quedará simplemente asociada a problemas mecánicos.

Pero, ¿cómo afectará esto a nuestra afición por los coches? Pues obviamente, de una manera negativa, pero controlada. Mucho se habla de la pasión de la conducción, pero la realidad es que más del 99% de los trayectos que realizan los conductores son por razones de mero transporte, y no por "divertimento". Así mismo, más del 99% del mercado automovilista se mueve por necesidades de electrodomésticos de transporte, y no por una búsqueda de un entretenimiento.


Para que estos sistemas funcionen, todos los vehículos de la vía deben intercomunicarse

Conducir "manualmente" pasará a ser cosa del pasado, algo que seguiremos practicando los más aficionados al arte del volante, pero que podría acabar siendo hasta ilegal en vías públicas
Colocando esta situación en perspectiva, y mirando al pasado, tenemos muchos ejemplos de tecnologías superadas, que sólo han podido sobrevivir en su aspecto lúdico. Montar a caballo era una manera de transportarse en el siglo XIX, por ejemplo. Y aunque había quien disfrutaba de su compañero de cuatro patas, mucha gente no tenía otra alternativa. Ocurría lo mismo con ir en un carro tirado por mulas o por caballos.

En pleno siglo XXI no ha desaparecido el arte de montar a caballo, pero ahora es un mero deporte en la mayor parte de los casos, ante la modificación que supuso la llegada de los medios mecánicos de transporte.

Algo similar pasó con las motocicletas como medio de transporte de media distancia en la España de post-guerra. Tan pronto la gente pudo comprar un coche, el mundo de la moto se quedó centrado en dos tipos de clientes: los que la usan para la movilidad urbana, y los que la disfrutan los fines de semana.

Y a eso va a quedar abocado el mundo del automovilista pasional. Ese escaso 1% de conductores a los que, realmente, les gusta conducir (y no es un mero eslogan publicitario, sino que son personas que salen en sus ratos de ocio a enlazar curvas sin más destino que regresar al punto de origen), tendrán que buscar la manera de poder seguir practicando su pasión, la conducción, sin poner en riesgo a los demás medios de transporte.


Los coches autónomos facilitarán que personas con discapacidad visual puedan viajar en coche

Porque para que la seguridad del transporte automatizado sea "total", lo ideal es que todos los vehículos que se muevan por la carretera estén regidos por una serie de "leyes" y "algoritmos" compatibles y predecibles. Meter a un ser humano conduciendo según su voluntad entre ellos metería una incógnita variable que podría causar estragos a un sistema regido por la lógica. No, no somos lógicos...

Como loco de las cuatro ruedas, como apasionado volantista, temo el día que llegue la conducción completamente automatizada, que hoy en día ya está demostrando sus capacidades en muchas carreteras del mundo. Pero la realidad es la que es: por más que quiera negar la evolución de la técnica, la conducción automatizada proporcionará tantos beneficios que, simplemente, no tiene alternativa: desaparición prácticamente total de accidentes, desaparición de atascos, comodidad en el transporte, mayores velocidades medias en los viajes, un uso más inteligente y racional de la fuente energética de movimiento...

Tal vez debamos comenzar a concienciarnos de que, cuando nos toque jubilarnos (¿a los 80 años?), seremos esos bichos raros que "aún usan gasolina" y que "intentan conducir a mano sus vehículos", siempre que las cataratas y las hernias nos dejen hacerlo, claro está.

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario